Inicio de tratamiento en pacientes Obesos: Algunas consideraciones a tener en cuenta. Es casi ineludible que surjan obstáculo en la práctica clínica a lo largo de todo el tratamiento con pacientes cuya demanda circula alrededor de querer entender que sucede en relación tanto a su manera de comer como a su engorde o a su sobrepeso. Puntualmente el paciente se siente preocupado y generalmente es por ello que consulta. Aunque la psicoterapia de la obesidad obliga a ciertas especificidades tanto en la teoría como en la técnica o las técnicas a aplicar. No se diferencia de cualquier otra problemática que un terapeuta podría recibir en su consultorio Ahora bien, ocurre que los éxitos terapéuticos si lo podemos decir de algún modo son ciertamente difíciles de lograr. Por un lado, no es casual que existan cada vez más lugares dedicados a atender esta problemática. No es mi interés en este artículo extenderme en ese acontecimiento. Si distinguir momentos de demanda de las personas obesas que en algunos casos podrá implicar el inicio de tratamiento y un cambio para el. O será un simple “Como si “donde en realidad no se quiere hacer ningún cambio. Y entonces aparece el paciente “visitador de consultorios e instituciones”. La energía del paciente esta puesta en la búsqueda de una panacea o solución rápida. Sera aceptado todo aquello que no destruya este equilibrio y se renegara de todo aquello que implique movilización interna. Se buscará en el afuera, y en los otros la producción de transformaciones y no digo cambio digo trasformación. Palabra que da un sentido diferente como si fuera un Pase mágico, como un abracadabra un sortilegio de inmediatez. Evitando con esto último, cualesquiera instancias de producción personal, cualquier situación que denote un proceso y o un transito por su propia realidad histórica, personal y por ende psicológica. Para la persona son momento de gran desamparo, momento de vulnerabilidad enmascarado en una fachada omnipotente que a veces se nota y otras no. Esta misma situación lo deja expuesto a consecuencias que suelen más que nada perpetuar su problemática. Pienso lo del pase mágico y lo asocio a un estado narcisista por el cual se busca o en la institución o el profesional el sustituto de una figura maternal expeditiva y contenedora que le resuelva el problema. Se hace evidente de esta manera que no se está dispuesto a hacer más que una escenificación de adelgazamiento. Esos momentos coinciden a veces y no digo que en todos los casos con estados emocionales de desborde y de sucesos de voracidad y comilonas exageradas. Que denotan la sensación de que las cosas se han salido de control por lo que es urgente pedir algún tipo de ayuda. Pero… ¿que ayuda se pide? ¿A quién se consulta? Es una etapa altamente mental donde el problema se racionaliza y es fácil escuchar en la consulta que él o la paciente dicen “Como me gustaría que me cortaran esta parte, este pedazo que me sobra, que me hicieran una cirugía, que me rebanaran este lado o me quitaran todo esto, mientras se toca la parte que mas les preocupa. Bueno esa etapa como decía esta absolutamente racionalizada y no se esta dispuesto a hacer cambios verdaderos. No hay una conexión emocional con lo que les sucede. Si se mantiene en esta etapa de búsqueda permanente de tanto peregrinaje por consultorios se vuelven unos avezados “consumidores “(que palabra ¡) de dietas, de sistemas, de profetas, de hierbas, de métodos de psicólogos, de nutricionistas, etc etc... Por otro lado, nosotros como psicólogos sabemos de ese momento en donde la persona juega a las escondidas, hace magia e intenta sacar palomas de la galera. Se hace el prestigiador, usa artilugios, artimañas para seguir manteniendo ese Status quo ¡. También es cierto que el hecho de considerarla una problemática crónica no implica que no tendrá en algún momento solución alguna. O que quien padezca de obesidad no pueda producir cambios, transformaciones que favorezcan su estado físico y psicológico. Afortunadamente también para el paciente llega ese momento que la magia ya no le da reditó alguno. Se ha cansado, esta más próximo a ese estado de lucidez, de clic que le permite moverse hacia un diferente estado de conciencia. Y así da una vuelta de tuerca. Siente algo diferente, piensa que además puede hacer algo diferente. Es probablemente este un momento más propicio para iniciar un tratamiento psicológico específico a su temática. Y así entramos en la etapa de los aconteceres que hacen a las primeras entrevistas. Aquellas donde vamos conociendo al paciente, donde él se expresa, donde se silencia donde la voz se quiebra las palabras desaparecieron, ¡donde quedan los gestos y el cuerpo con todo lo significante que es! Y done también puede angustiarse. Es en este lugar, en el espacio terapéutico donde se va fundado de a poco el vinculo terapeuta paciente y se establece ese contrato que nos permite elegirnos o no. Si ocurre lo primero el deberá encontrarse con los recursos que posea, “lo propio" para hallar una vía saludable a su malestar. Atender pacientes con obesidad por lo tanto plantea interrogantes de manera continua. Y trabajo multidisciplinario. Cada paciente tiene sus propias singularidades. La cuestión entonces de cómo tratar a pacientes obesos no esta para nada cerrada ni debería estarlo. Pues diversos enfoques pretenden tener el patrimonio de la mejora y o adelgazamiento de este tipo de problemáticas. Licenciada Silvia Rubertone. MN 11958 .MC:13730

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